Mañana será tierra. Alfredo Álamo


Viaje a Bizancio Ediciones. Col. Clatter # 6. Sevilla, 2011. 205 páginas.

“Somos tu sombra. Somos el eco de tu remordimiento. Somos tu miedo más profundo y también tu perdón y tu esperanza. Somos el barro del que estáis hechos. Somos legión. Estamos hambrientos.”

Jaume, un militante comunista y cobarde huye de la Guerra Civil Española por los Pirineos, igual que los 550 mil españoles que perdieron la guerra en el año 1939. Jaume el Comunista es internado en el campo de concentración de Argelers, junto a miles y miles de derrotados en las playas de arenas blanquecinas de la costa mediterránea de Francia. Hambre, humedad, frío, disentería, sarna y el horror bajo las arenas de la playa. Y luego el mar y sus abismos.

Y del terror de la mar, a las profundidades de la tierra: Jaume es trasladado en los trenes de la muerte por los campos franceses y huye hasta los búnkeres de la Línea Maginot, defensa y símbolo de la resistencia francesa ante el invasor teutón en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Jaume no sólo tendrá que luchar contra los alemanes e italianos, sino contra sus compañeros, franceses y demás demonios interiores. Sin embargo, Jaume y los demás no están solos, en el interior de la tierra están los mayores monstruos de la mente. Y quieren comer carne.


Alfredo Álamo dibuja Mañana será tierra como una novela de terror y horror por la especie humana y de los monstruos que nos acechan, interiores y exteriores, tenebrosos lugares de perdición.

 
“Eres un animal como tantos otros. Nada más. No hay justificación para el horror. Tan sólo existe.”